El Lobo de Wall Street, dirigida por Martin Scorsese y protagonizada por un sublime Leonardo Dicaprio, arrasa la cartelera encabezando las listas el primer fin de semana de su estreno con una recaudación de 2,6 millones de euros.
Esta adaptación de la novela autobiográfica de Jordan Belfort, un ex broker que vivió los excesos de Wall Street de los años noventa, es considerada hasta la fecha el mejor estreno del director en España y uno de los mejores de Leonardo Dicaprio (seguida porDjango desencadenado e Infiltrados y por detrás de Origen). Además cuenta con cinco nominaciones a los Oscar, mientras que DiCaprio ha conseguido el Globo de Oro al mejor actor de comedia por este film.
Una historia tan depravada como realista que muestra de un modo casi caricaturesco los excesos y desmanes del sector financiero y de la banca durante la década de los noventa.
Un joven e ingenuo Jordan Belfort llega a la gran manzana con la intención de ganar dinero en bolsa formando parte de una gran compañía, sin embargo el famoso Lunes Negro (19 de octubre de 1987) le obligará a iniciarse en solitario por el mundo de Wall Street, donde en base a engaños y a embaucar a sus clientes consigue alzarse de la nada para convertirse en una de las compañías más ricas del momento.
Risas, nerviosismo, admiración, reproche y reprobación moral son algunas de las emociones que suscita el fim, cargado de sarcasmo, ironía y dureza gráfica. Sexo, drogas, alcohol, infidelidad, estafas y todo tipo de excesos.
Belfort es un personaje complejo lleno de matices que se van diluyendo hasta quedar ocultos por una capa de drogas y billetes en la que al final sólo importa el dinero.
La película se puede dividir en tres partes bien diferenciadas pero que a la vez fluyen con naturalidad. La primera parte muestra a un joven ilusionado y con un pensamiento “puro y limpio” que quiere hacer dinero a la vez que hace dinero para sus clientes. Pero pronto el ritmo de vida en Wall Street y las breves pero crudas palabras de un bróker experto (Matthew McCounaghey) cambian esta concepción por una mucho más ambiciosa, materialista y amoral, llevándonos a la segunda parte: el ascenso de este joven hasta convertirse en director de una compañía multimillonaria y llena de excesos que despierta las sospechas del FBI. Finalmente, tras dos horas de saltos y “aventuras” llegan las consecuencias. La tercera parte muestra la persecución que sufren el todavía joven Belfort y sus socios por parte de unas autoridades empeñadas en llevarles a la cárcel.
El Lobo de Wall Street es un frívolo retrato de la sociedad más puramente capitalista –acompañado de una increíble banda sonora- que lucha por aumentar los dígitos de sus cuentas a costa de todo y sin importar las consecuencias.
Yo aún estoy flipando con esta película.
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